¿Nervios en público? empieza por romper mitos

Existen tres mitos que nos hacen creer que los nervios al piano son un monstruo incontrolable.

El primero: Pensar que sirves o no sirves para tocar en público. 

Si en tu estudio diario dejas de lado el trabajo emocional, entonces,cuando llega el día en que tocas y los demás te están observando, te están escuchando, sentirás un contraste tan grande de estar tranquilo en casa a estar tocando en público, que inevitablemente cuando toques en público saltarán las mil y una emociones para las que no estás preparado. Y estas emociones no tienen nada que ver con la música, sino con el miedo y el estrés! 

Gestionarte emocionalmente cada día de tu estudio al piano es lo que te hará sentir que sí sirves para tocar en público, tengas el nivel que tengas. La clave para combatir los nervios está en utilizar herramientas de estudio al piano que tengan en cuenta tus emociones para sentirte seguro el día en que tocas para los demás. 

El segundo: Si tu miedo escénico te descontrola necesitas estudiar más y repetir más veces. 

Si en casa las piezas que tocas te salen bien, pero en público no obtienes el mismo resultado, es una señal de que falta trabajo que hacer, sí, pero ese trabajo no se basará en estudiar más tiempo, sino de diferente manera a la que lo has hecho hasta ahora

Si además de estudiar más tiempo, lo haces por repetición, una y otra vez, te diré que el estudio por repetición es muy frágil a los cambios en tu entorno, y en el momento de tocar en público, tu miedo escénico es capaz de dejarte en blanco después de haber repetido montones de veces en casa.  

Así que… estudiar más horas? repetir más veces? el problema no está en tus manos, sino en tu gestión del miedo. Lo mejor es que utilices recursos específicos de gestión emocional y los incluyas diariamente en tu estudio al piano. 

El tercero:  Que los músicos profesionales no tenemos (o hemos tenido) problemas de miedo escénico. 

El miedo escénico ataca a todos los niveles y se mantiene como una asignatura pendiente si no le dedicas un entrenamiento concreto. Hay músicos profesionales que han dejado de tocar durante años por no poder gestionar su miedo escénico, así que todos lo podemos padecer. En mi caso, mi inseguridad al piano creció enormemente cuando volví a tocar como solista después de estar diez años dedicada a mis tres hijos y tener muy poca dedicación al piano durante todo ese tiempo. 

El miedo a tocar para los demás te puede borrar todo los esfuerzos de tu estudio de un plumazo. Es muy injusto, no te parece? La buena noticia es que existen recursos para combatirlo. Estamos en la era de la inteligencia emocional, así que ya es hora de resolver el miedo a tocar en público con conocimiento y metodología, aumentando tu seguridad desde todos los frentes, cuidando cuerpo, mente y emoción desde el primer día de estudio. Porque la seguridad es la bandera de combate contra cualquier miedo. Y en la música, será la seguridad la que te abrirá las puertas hacia la máxima expresividad.